domingo, 20 de junio de 2010

A veces te compongo con retazos de los demás;
el tiempo te moldea como un mosaico de ilusiones y
sólo tu sonrisa soporta mis esperas. 
El deseo solloza. Escucho lamentos a través de la puerta.
No abras, el viento me habla, no abras, el viento la empuja.
No abras, que hoy hay corriente. 

lunes, 7 de junio de 2010

HERMINIA

Hoy ha sido un día feliz, pero también duro. Hoy conocí a Herminia, es una anciana, supongo que más joven que mi abuela, no lo sé. Duerme en la habitación de al lado, en la residencia. Cuando me despedía de mi abuela en su habitación, tras haber pasado el día en el campo celebrando sus 95 años, escuché que mi tío me llamaba desde la puerta y me pedía que le pusiese el camisón a una mujer que ninguno conocíamos y que sobre una silla de ruedas había salido al pasillo en camiseta interior y completamente sola pidiendo ayuda. Parecía tener una parálisis en la lengua e intentaba comunicarnos algo. Yo sólo supe darle la mano y acariciarle el brazo y las mejillas mientras trataba de tranquilizarla explicándole que la auxiliar llegaría en seguida y le pondrían su camisón, que eran muchos y debía tener paciencia y esperar su turno. Ella decía sí a todo lo que yo le indicaba amablemente, le pregunté cómo se llamaba y me dijo entre sílabas cortadas Her-mi-nia. 

Bajo consentimiento de los familiares les ponen un arnés enganchado a la silla de ruedas, como si se tratase de la silla de un bebé, para que les sirva de sujeción y no tengan el peligro de caerse. Herminia quería que se lo quitara, yo le expliqué que era por su seguridad, que si se agachaba o se movía podría perder el equilibrio y que, además, eso también le daba calorcito y le evitaba coger frío en la tripita. Ella entonces se tranquilizó y asintió; al momento intentaba comunicarse conmigo otra vez. Las palabras eran escupidas apenas sin poder vocalizar, y alcancé a entender que estaba muy sola, que los tenían abandonados, me abrazó fuertemente y se puso a llorar, aquello se llenó de ancianos que me repetían "Estamos muy solos, aquí no nos hacen apenas caso". Esto es la vejez, y esto es que te dejen olvidada. 

Esta lección la aprendí hace mucho tiempo, por eso cada vez que voy a la residencia dedico un ratito a aquellos ancianos que se sienten tan solos. El otro día una de las auxiliares me vio con ellos. Yo le pregunté si las familias venían a verles, a lo que la auxiliar me contestó. Aquí pocos, por no decir ninguno, tienen la suerte de tu abuela. 

domingo, 24 de enero de 2010

A veces...

A veces nos sorprendemos a nosotros mismos cuando escuchamos a alguien y pensamos en las profundidades que aquellos sonidos pueden tener en nuestra cabeza, y en ese momento deseamos ser nosotros los que adentremos a otros en ese mundo de extremas percepciones y sentimientos, y es frustrante ver cómo nunca puedes conseguir transmitir algo más allá de tus palabras. A veces ni siquiera existen las palabras, a veces estás solo y nadie te rescata porque nadie entiende que más allá de tu mirada existe un mundo de sensaciones imposibles.

Written by Sara Polo

VaNaLiDaDeS

VaNaLiDaDeS

Quizá hoy componga las palabras
que me ataron a tu espalda.
Quizá hoy quite el eco a
esta habitación vacía y…

me quede esperando un hotel
en Madrid, a tu lado, una cama de doble filo,
una cena…..las frases que siempre espere oirte decir
El deshielo de un baúl amargo y tus manos
reflejadas en el espejo de sus charcos.
Pero las heridas que hoy se cierran duelen más.
No quiero corazones baratos,
y el soñar está vetado.
Hoy mi vida se convierte en un refugio de
pendientes pasados embotellados en futuros inertes.
Ya son las cuatro.
Sólo hay bares vacíos, astillas en mi vaso.
Esta noche no has estado y el hastio me arropa con su manto.
Ya no hay bufandas perdidas de El Cairo que me encuentren.
Ni sonrisa de disfraz que me prestes al pasar.
Ahora Tribunal bebe de los vicios de un desierto de almas sin rumbo
y ... la Gran Vía llora el río de corazones tristes que sangran en ella.
Ahora mis tacones lloran al besar;
Ahora mis recuerdos duelen al pisar;
Y los cuerpos de otros cuerpos ríen al pasar.

Y mientras yo… pienso en no pensar.
Y....da igual…al final… siempre ... DUELE MÁS


Witten by Sara Polo
photo by Sara Polo




MI MADRID


                                           MI MADRID

Madrid, una ciudad donde los corazones laten abiertos,

Un laberinto de barrios donde las tendencias arden y sangran, donde proclamas los colores de tu vida.

Una galaxia en las noches en las que no sabemos donde mirar, porque no hay una sola orientación, ni una sola estrella que nos declare la batalla de sentir, la batalla de vibrar.

Donde los parques ríen bajo el sol y nos miran solemnes desde la lluvia.

Donde cada esquina nos enseña un abanico de sueños esperando a ser descubiertos, una nostalgia intangible, un suspiro urbano lleno de sabores. Donde nunca... estás sola.

Written by Sara Polo
Photos by Sara Polo










CALLES DE MADRID - QUIQUE GONZÁLEZ

  
Existen numerosos temas dedicados a una ciudad en la que los límites del tiempo nunca están pactados y en la que las noches cobran la misma concepción romántica y urbana por la que Quique González ha querido pasearnos a través de este “Calles de Madrid”. Noches en las que la música del piano de Quique es conducida bajo el son del alcohol, echando partidas de futbolín, fumando cigarros compartidos o volviendo en coche al extrarradio acompañados de la guitarra de Jimmy Page. Un súmmun que se traduce en momentos brumosos que borran sus huellas al despertar y, que además comparten dueto bajo el cálido timbre de voz de Rebeca Jiménez quien acompaña, no sólo la letra, sino también a Quique en esos momentos. Este tema incluido en Kamikaces enamorados nos conduce al cuarto álbum (año 2003) de este artista del panorama musical actual español, aunque para él y tras una larga lucha con las discográficas, quizá sea el primero. Un álbum cuyos temas fueron compuestos durante la gira de su anterior disco por locales y pequeños teatros del país. Acompañado siempre de su fiel amigo y compañero de batallas musicales Carlos Raya (guitarrista de los m-clan y su actual productor) decide en Kamikaces enamorados abandonar baterías, guitarras eléctricas y abarcar el terreno de lo acústico acompañado de su piano.



Así es Quique González un músico caracterizado por la imposibilidad de poder ser encasillado bajo ningún estilo actual, al menos en España. Atravesando desde el rock en discos como Personal o parte de Salitre 48 hasta encontrarnos en Kamicaces enamorados el sentido más intimista y poético de la vida. Y es que Quique nunca se ha autodenominado cantautor, aunque haya canciones en las que se encuentren vestigios de ello, eso sí, no a lo Silvio Rodríguez, pero sí a lo Bob Dylan, Van morrison, Lucinda Williams o Neil Young, entre otros…




Written by Sara Polo



lunes, 4 de enero de 2010




Hoy las palabras traspasaron los umbrales.

Hoy las poesías llegaron lejos

Hoy lates fuerte corazón, lates erguido

Hoy ten cuidado conmigo,

No me rompas como el frágil cristal,

no juegues al disfraz del deseo una vez más…

Witten by Sara Polo